Los vehículos SUV nos permiten aventurarnos fuera del asfalto.

El SUV, el vehículo ideal para la ciudad, para la carretera, y por supuesto también para nuestras escapadas al campo

Los todoterrenos o los vehículos con tracción a las cuatro ruedas no son los únicos con los que realizar aventuras emocionantes por el campo. Un SUV, como vehículo recreacional especialmente diseñado para ello, también permite, gracias sobre todo a su altura más elevada al suelo respecto a un coche convencional, grandes experiencias e interesantes recorridos por carriles y otras rutas sencillas, dejando los trayectos más duros a los auténticos 4×4 que dispongan sobre todo de reductora.

Debemos sin embargo tener en cuenta algunos aspectos de seguridad y conducción si no queremos quedarnos atascados o sufrir averías mecánicas.

Es muy importante montar los neumáticos más adecuados. De un tiempo a esta parte, son ya varias las marcas que, como Michelin, fabrica cubiertas específicas para SUVs y Crossovers, con un dibujo más marcado y adaptables a gran variedad de superficies, incluso nieve. Tanto los neumáticos correctos, como una presión adecuada a la superficie que recorremos, ayudarán a mejorar la tracción y la maniobrabilidad de nuestro vehículo.

Ruedas con barro en un Dacia Duster 4x4.
Unas ruedas tipo Cross Climate nos ayudarán considerablemente a mejorar la tracción.

La forma de conducir por el campo no es la misma que sobre asfalto. Debemos emplear la técnica correcta de conducción, con velocidades constantes, evitando los giros bruscos o los acelerones, sujetando firmemente el volante con las dos manos y los pulgares siempre por fuera del aro. De este modo, controlamos mejor la dirección sobre superficies irregulares y podremos ahorrarnos alguna lesión. Si percibimos una baja tracción en la arrancada, debemos aumentar gradualmente la velocidad, pues con demasiada potencia, las ruedas motrices pueden patinar, perdiendo el control del vehículo.

Presentes ya en la mayoría de los coches de un tiempo a esta parte, están las ayudas electrónicas como el descenso de pendiente (HDC) o los modos de conducción adaptados a arena o nieve, que pueden ayudarnos a realizar nuestro recorrido de forma mucho más segura.

Nunca está de más montar en el maletero un equipo de supervivencia más o menos básico, dependiendo de la longitud de la ruta, la dureza de la misma o el tipo de pasajeros, sobre todo si son niños. En este equipo de supervivencia no debe faltar alguna manta, linterna, cargador para el móvil, agua y alimentos y un set de herramientas básico.

Para los que requieran un kit de seguridad más elevado pueden incorporar, además de lo anterior, una eslinga, un gato hi-lift, unas planchas de arena, bomba de inflado, un arrancador de baterías o un tráctel manual.

Teniendo en cuenta estos aspectos, unidos a la prudencia y sobre todo al sentido común, no debemos de tener ningún problema en nuestras escapadas al campo con la familia a bordo de nuestro SUV o Crossover cada fin de semana, para sacarle el máximo partido y disfrutar de bonitas experiencias.

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Opel Crossland X en arena.

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