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Arrancador o booster de bolsillo, ese imprescindible elemento, pequeñito pero matón, que no puede faltar en nuestras salidas al campo

En el mundo del 4×4 y sobre todo cuando se recorren zonas alejadas, la fiabilidad y la capacidad de solucionar problemas sin ayuda externa es crucial. Eso implica no solo cuidar y mantener nuestro vehículo en el mejor estado mecánico posible, sino también disponer de un buen equipo auxiliar y de rescate que nos ayude cuando las cosas se pongan difíciles.

Dentro de ese equipo básico es imprescindible contar con un arrancador portátil o booster, que en el caso de quedarnos sin batería en medio de la nada, nos arranque el coche en segundos.

No hay que olvidar que en nuestro 4×4 llevamos muchos elementos que consumen corriente, como pueden ser las luces auxiliares, la emisora de radio, el navegador GPS, o el teléfono móvil conectado a la toma de mechero de nuestro vehículo, de manera que no es de extrañar que a la hora de arrancar nuestra batería no tenga la suficiente capacidad y nos deje tirados.

Para evitar que eso ocurra, y sobre todo si en el lugar donde nos quedamos tirados no podemos contar con la ayuda de un segundo vehículo con unas pinzas, es imprescindible que dispongamos en el vehículo de un booster o arrancador portátil que consiste en una pequeña batería, del tamaño de un móvil, que una vez conectado con unas pinzas que lleva incluidas a la batería de nuestro vehículo nos permite arrancarlo en varias ocasiones.

El booster proporciona la carga que la batería necesita emitiendo una descarga muy rápida y potente, que hace que esta gane energía y arranque de nuevo. Se cargan directamente a un enchufe de pared o a través de un puerto USB en pocas horas.

Hay que tener en cuenta que estos dispositivos no se emplean para cargar la batería, sino solo para proporcionar la carga suficiente para arrancar el motor.

La mayoría disponen de tecnología de seguridad para detectar la polaridad inversa, así como para evitar cortocircuitos y daños por sobrecarga o elevada temperatura tanto en el propio arrancador como en la batería receptora, que se notifica mediante una señal luminosa, gracias a lo cual es una herramienta muy segura y fácil de usar.

Estos arrancadores se pueden utilizar también como linterna con varios grados de intensidad o incluso con efecto estroboscópico, para poder ser vistos desde lejos y que acudan a nuestro rescate.

Además, tienen salidas para cargar dispositivos electrónicos, como tablets o teléfonos, y así estar permanentemente conectados y ubicados, pudiendo suministrar también energía a otros elementos.

El modelo escogido dependerá de si nuestro vehículo es gasolina o diésel, y de la cilindrada, mientras que en lo relativo al rango de precios los encontraremos entre los 50 € de las versiones más económicas y los 200 € para las opciones más completas.

No hay que olvidar que al menos una vez cada tres meses tendremos que proceder a descargarlos por completo y volver a cargarlos, para que siempre estén en óptimas condiciones de uso.

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