Todoterreno histórico, todoterreno clásico y todoterreno viejo, tres formas muy distintas de envejecer en el mundo del motor

Los todoterrenos, al igual que las personas, ganan o pierden con el tiempo. Dependiendo de su estado de su actividad y de su aspecto, puede ser una joya o un firme candidato a terminar en el desguace. Por ello, estos vehículos, aunque funcionen perfectamente, pueden ser considerados como históricos, clásicos o simplemente viejos, con los requisitos y ventajas que cada uno supone.

Hablamos de todoterreno o coche viejo cuando tiene una antigüedad de más de 10 años. Es un modelo que ya no se fabrica y generalmente siempre han tenido un valor de mercado bajo, salvo para su propietario, que le sirve de herramienta diaria y conoce realmente su estado y cuidados. Suelen estar en buen estado de conservación, y de un tiempo a esta parte, han sido revalorizados bastante al alza pues se adaptan a un precio asequible para casi cualquier bolsillo en un mercado en el que los vehículos nuevos se han puesto prohibitivos. Es más, se han convertido en el vehículo más perseguido en las tiendas de coches de segunda mano, pudiendo ser una buena herramienta para un buen uso en el día a día y con suerte volverse en una interesante inversión a medio o largo plazo.

Para que un todoterreno, o cualquier coche, sea considerado clásico, debe contar con más de 25 años. Ya empiezan a cobrar valor cultural y muchos se han convertido en piezas de colección para los aficionados pues cuentan con un diseño, estilo o edición especial que los hace escasos o únicos. En ocasiones se le da un alto valor sentimental, pues ese vehículo ha pertenecido a nuestro padre o abuelo y con la descendencia se ha perpetuado su cuidado y atención al igual que el propietario original. Estos coches al ser más exclusivos y menos comunes no sufren por la depreciación del vehículo viejo, sino que va ganando valor y son una buena inversión. Para su buen mantenimiento, no debe ser tratado por cualquiera, sino por manos expertas capacitadas para su reparación y cuidado. Muchos de ellos están en manos están en manos de coleccionistas por capricho o por inversión que según estado y modelo, puede ser muy rentable. Algunas aseguradoras reconocen una ventaja económica para los vehículos clásicos en sus pólizas siempre y cuando se encuentren en buen estado.

Los coches o todoterrenos históricos son aquellos que han solicitado la categoría administrativa correspondiente. Para ello deben tener más de 30 años y reunir una serie de requisitos técnicos así como estar en perfecto estado de conservación y haber sido restaurados siempre por piezas originales. Obviamente son los más costosos de obtener y mantener, pues deben ser atendidos por mecánicos especializados.

El trámite para ser vehículo histórico es estricto y hay que desembolsar unas tasas que variarán de una comunidad a otra. Debe pasar inicialmente una inspección previa en un laboratorio oficial acreditado en la comunidad autónoma a la que pertenezca, seguidamente ser aprobado como vehículo histórico por el organismo competente en la comunidad autónoma, superar una nueva inspección técnica previa a su catalogación como histórico y finalmente obtendrá la placa correspondiente a su categoría. Además tiene que ser incluido en el inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español o declarado como bien de interés cultural. Finalmente, debe ser un vehículo de colección, con unas características singulares, como que sea escaso o cumpla alguna otra circunstancia especial.

Como ventaja, los vehículos históricos están exentos del impuesto de circulación, cuentan con un seguro de accidentes específico a un precio más reducido al habitual y se les permitirá circular por zonas urbanas de bajas emisiones .

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