El equipo formado por Eduard Pons y Jaume Betriu consigue subir al podio en el Desafío Ruta 40 de Argentina

La cuarta prueba del Campeonato del Mundo de Rally-Raid (W2RC) se disputó entre las localidades de La Rioja, Belén y Salta, en el norte de Argentina, por los parajes espectaculares y los desiertos de la provincia de Catamarca.

Eduard Pons y Jaume Betriu seguían su camino de preparación para el Dakar con la participación en la cita albiceleste a bordo de su habitual Can-Am Maverick del equipo South Racing, con muchas ganas de comprobar el buen entendimiento dentro del vehículo que ya los llevó al podio final de la Copa del Mundo en la pasada Baja España-Aragón.

Desde la etapa prólogo se pudo ver el gran ritmo de los leridanos, imponiéndose para conseguir así la primera posición de salida en la larga etapa inicial que les esperaba el lunes 28 de agosto. La primera de las cinco jornadas se desarrolló mayoritariamente por pistas de
tierra dura, con caminos muy rompedores, pero Pons-Betriu no bajaron la guardia y consiguieron casi 10 minutos de ventaja sobre sus perseguidores.

Las buenas sensaciones eran evidentes y los de PONS revalidaron el triunfo en la segunda jornada, en la que ya empezaba a cambiar el paisaje hacia zonas con más arena, lagos salados y las primeras dunas. Tras casi 700 kilómetros de competición de los 1500 de los que constaba la prueba, los catalanes se encontraban liderando con 22 minutos de margen sobre el argentino Gustavo Gallego y su copiloto Eugenio Arrieta.

Pese a poder competir con cierta tranquilidad a partir de ese momento, Pons y Betriu no querían olvidarse del principal objetivo de su participación en Argentina: “Podríamos dosificar, pero necesitamos seguir compitiendo a un buen ritmo para convertirlo en un entrenamiento real para el Dakar”. Los planes cambiaron inesperadamente cerca del pk40 de la tercera etapa cuando una pieza de la dirección del Can-Am cedió, provocando una avería imposible de reparar en medio de las dunas que les hizo perder toda opción de victoria. Fue uno de los momentos más duros ya que tuvieron que esperar hasta la noche para ser rescatados.

Finalmente fue posible reengancharse a la carrera para poder disputar las dos etapas finales, con la correspondiente penalización, disfrutando de la experiencia de competir en las increíbles dunas de Fiambalá. Pons-Betriu volvieron a demostrar su velocidad con un triunfo en la etapa estrella gracias a un excelente trabajo de orientación y superando la siempre difícil “hierba de camello” de las dunas de la zona.

El último día no fue nada fácil, con un pequeño vuelco incluido, pero la insistencia y perseverancia les recompensó con una remontada que los llevó al tercer escalón del podio final de la categoría T4.

Eduard Pons leía en clave positiva este duro Desafío Ruta 40 y destacaba el gran entendimiento con Jaume, con quien ha formado un equipo que enseguida ha funcionado a la perfección. El copiloto de Coll de Nargó lo resumía así: “Esta prueba ha sido una gran
experiencia para nosotros, hemos hecho un gran trabajo con Eduard y hemos superado diferentes tipos de situaciones y dificultades que han ido apareciendo. Teníamos muy buen ritmo, nos hubiera gustado terminar la carrera sin problemas, pero las averías forman parte
de este deporte. Nos quedamos con las sensaciones positivas de que podíamos ganar la prueba y con muchas ganas de seguir con el camino de preparación que culminará en el Dakar, al que queremos llegar lo más entrenados posible”.

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