Dakar 2015, cuando Kamaz habla todos callan
Si pilotar un camión no es una tarea nada fácil, hacerlo en un rallye lo es menos, y si el rallye es el Dakar, pues hasta da miedo pensarlo. Si encima tu rival es un ruso a los mandos de un Kamaz, y que cuando corre parece que lo hace para evitar que lo manden a pasar una temporada de vacaciones en un Gulag soviético en Siberia en camiseta y pantalones cortos, entonces realmente lo que tiene que dar es pánico. Como era de esperar tres Kamaz se han impuesto en la categoría de camiones en la última edición del Dakar, y por supuesto con autoridad, como no podía ser menos. Buena prueba del dominio de los soviéticos es que entre los cinco primeros cuatro son Kamaz, y sólo el camión Man de Loprais ha conseguido hacerse hueco en la cuarta posición.
Aunque el Dakar, como cualquier otra competición automovilística, tiene categorías y divisiones suficientes como para que casi todos los que llegan, de una u otra manera, terminen entre los primeros y “aceptablemente contentos”, lo pongo entre comillas, hay que reconocer que los rusos siempre han notado el “aliento” de los Iveco por detrás dando batalla y metiendo presión, incluso imponiéndose en alguna etapa. De esta forma Stacey se alzaba con la sexta posición y el veterano e incombustible De Rooy con la novena plaza, en un top ten que no está nada mal para una prueba de estas características.
Hay que reconocer el mérito de Pep Vila, primer español clasificado, también con Iveco, en la posición número 13 en la general. Y ya que vamos en “plan justos”, también hay que hablar de Juvanteny, que ha conseguido llevar su Man 6×6 a la primera posición de su categoría, la de los camiones 6×6, más estables y espectaculares, pero más lentos, sin duda un reconocimiento a su dilatado trabajo y experiencia en este tipo de pruebas.
Lo que sí está claro es que Kamaz en el Dakar, es lo que en antaño fue Citroën o Peugeot, los líderes indiscutibles. O se retiran, o mucho tendrán que cambiar las cosas para que veamos otra Marca en lo más alto del pódium.