Conducción 4×4 en Barro Blando
El barro blando y con agua es realmente divertido y espectacular, ya que normalmente la forma de atravesarlo es con la suficiente velocidad para que la inercia nos vaya sacando del obstáculo, eso sí, tendremos que tener una especial precaución ya que podemos encontrarnos todo tipo de obstáculos, como piedras, ramas o zanjas ocultas bajo el barro y el agua y que en cualquier momento pueden hacer que perdamos el control del vehículo o dañemos alguna parte mecánica del vehículo.
El volante lo agarremos con fuerza, con la precaución, como siempre, de no meter bajo ningún concepto los pulgares debajo del aro.
Llevaremos el motor revolucionado, a tres cuartos de gas, con velocidades cortas, en reductora si nuestro vehículo la tiene, a un régimen constante, y moviendo la dirección de un lado a otro si notamos pérdidas de tracción.

Lo normal, en vehículos con reductora, es seleccionar la segunda o tercera velocidad, dependiendo de la potencia de nuestro motor, y en vehículos SUV o todocaminos, la primera marcha.
No hay que olvidar que siempre que hay agua, puede haber problemas, tendremos especial atención en que el motor no aspire el líquido elemento, y, en el caso de los gasolina, que no afecte al sistema eléctrico, ya que en este caso se pararía el vehículo.
Las ventanillas las llevaremos subidas, y estaremos pendientes de accionar el limpia parabrisas ya que será muy fácil que el barro y el agua alcancen el cristal, lo que se traducirá en una importante pérdida de visibilidad.

Los vehículos más grandes y pesados, tenderán a asentarse más sobre el terreno, y buscar el suelo «duro» que hay debajo, mientras que los más ligeros «flotarán» sobre el barro.
Si el barro es muy blando y profundo, como el que podemos encontrar cerca de los pantanos, embalses y desembocaduras de ríos, tenemos un serio problema, ya que el atasco será inminente, y el rescate verdaderamente complicado.

Mi consejo es evitar en la medida de lo posible estas zonas, y si al final nos metemos y nos atascamos, recurrir como casi siempre en estos casos al tractor más cercano.
El barro y el agua son enemigos de la mecánica de nuestro vehículo, y cuando terminemos la ruta lavaremos el 4×4 con agua a presión, con especial atención al radiador y los bajos del vehículo.