Citroen_2CVSahara_Gris_presentación
|

Citroën 2CV Sahara: tracción integral y doble motor para este clásico que iniciaba a los españoles en el offroad

El Citroën 2CV es un verdadero ícono del automovilismo que ha trascendido a lo largo de décadas por su sencillez, resistencia y, sobre todo por su diseño distintivo, reconocible por todos según lo vemos circular aún por nuestras carreteras.

Desde su debut en 1948 hasta su última producción en 1990, el 2 CV ha convivido con nosotros durante 75 años, persistiendo como vehículo clásico en cualquier encuentro de históricos. Fueron más de 5 millones de unidades vendidas de este vehículo que hizo crecer un país por su adaptabilidad como turismo, vehículo industrial y también como 4×4.

Efectivamente, para sorpresa de algunos el 2CV también desarrollo su faceta offroad, con el lanzamiento del submodelo 2CV Sáhara, elevando la capacidad todoterreno a nuevas alturas hasta el momento en nuestro país. Era la réplica nacional al Land Rover de los británicos y al Jeep Wyllis de los norteamericanos, solo que con un toque francés en el desarrollo y con aportación española en su fabricación, pues Vigo fue una de las fábrica donde llegó a montarse.

El 2CV Sáhara se desarrolló en 1958 como respuesta a la demanda de un vehículo apto para cualquier terreno y con un precio asequible. El Sáhara basó su sistema 4×4 en dos motores independientes para generar tracción, situados uno en el frontal y otro invertido en el vano del maletero, y demostró ser el aliado perfecto para superar cualquier superficie. Podemos comprobar que, cuando los todoterrenos eléctricos montan un motor en cada eje o cada rueda para conseguir tracción a las cuatro ruedas, no han inventado nada nuevo.

Cada uno de sus motores estaba dotado de una cilindrada de 425 cc y una potencia de 24 CV por motor que requerían dos contactos diferentes y por tanto dos llaves. Para gestionar el conjunto, montaba también dos cajas de cambio, que se accionaban mediante una única palanca, lo que obligaba a una sincronización extrema entre las dos, con la complejidad que ello supone. Además, no tenía un tanque sino dos, que se ubicaban debajo de los asientos delanteros, y que se llenaban a través de las dos entradas situadas en sendas puertas.

Todo este complejo entramado hizo que el Citroën 2 CV Sahara superara desafíos off-road con sorprendente destreza. Su capacidad para sortear pendientes del 40% en arena cargado con cuatro ocupantes lo hizo único en su clase, un logro que muchos todoterrenos actuales que presumen de ello no pueden emular.

La Guardia Civil, reconocida por sus incursiones en terrenos rurales, vio en el 2 CV Sahara una herramienta estratégica y clave para su función. Pintados con el característico color verde de la Guardia Civil, a estos todoterreno no le faltaba el detalle de la rueda de repuesto, que se ubicaba en el capó.

Para hacer valer su capacidad, se realizaron grandes raids como el París-Kabul-París de 1970 o el Raid África de 1973 (8.000 km a través del Sahara) en el que los jóvenes amantes del 4×4 de el momento, pusieron a prueba su pericia al volante y sus conocimientos mecánicos. Esos aventureros de entonces son los que entregaron el testigo a gente como nosotros que tratamos de perpetuar la tradición por la aventura.

Fueron fabricadas 700 unidades del 2CV Sáhara entre 1961 y 1971, y son por tanto escasas las pocas que quedan aún con vida. Es por ello que se haya convertido en objeto de deseo por parte de los coleccionistas. Algunas de ellas han alcanzando precios por encima de los 170.000 €, superando en valor a vehículos tan icónicos y valorados como los Ferrari.

Seguro que si eres uno de nuestros lectores habituales preferirías antes un 2CV Sáhara antes que un Ferrari, ¿no es cierto?.

Publicaciones Similares