El Rally Dakar 2024 se convertirá en un banco de pruebas para vehículos de hidrógeno de competición

El afán de las marcas japonesas en cuanto a la política de bajas de emisiones no ha sido nunca la electrificación de los vehículos en inicio, sino el empleo de hidrógeno como combustible, cuyo único residuo a la naturaleza es agua. Prueba de ello es HySE (Hydrogen Small mobility & Engine technology), un consorcio formado por marcas japonesas tan importantes como Toyota, Suzuki, Honda, Yamaha y Kawasaki con el fin de desarrollar los motores de hidrógeno y la pequeña movilidad.

Juntos, y de cara al próximo Dakar, han desarrollado un vehículo con motor de hidrógeno, el HySE-X1, que inscribirán en la prueba como parte del programa Futuro de Dakar, una política de la organización del Rally dedicada a desarrollar tecnologías de propulsión neutras en carbono, y proyectada para conseguir que en el 2030 se competirá con prototipos de bajas emisiones en todas las categorías. Estos pasos ya comienzan a darse entre los participantes, con la introducción de vehículos híbridos eléctricos o a base de biocombustible que ya participaron el pasado año.

Este año el Dakar será el banco de pruebas para el HySE-X1 de hidrógeno, un vehículo tipo buggy de unos 3,5 metros y 1.500 kilos basado en un motor de cuatro cilindros en línea y 16 válvulas sobrealimentado de cuatro tiempos y una cilindrada total de 998 centímetros cúbicos.

Este módulo se enfrentará a las condiciones ambientales más extremas en la prueba de motor más dura del mundo, que se convertirá en una excelente oportunidad para analizar el comportamiento de un motor de hidrógeno en tales condiciones.

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