Opel lanza el Grandland GSe, un SUV que combina la deportividad de sus 300 CV y la tracción total
Son cada vez más comunes entre las marcas los llamados SUV de altas prestaciones, aquellos vehículos que, aun con estilo crossover en su aspecto, vienen equipados con acabados y potencias que recuerdan más a un deportivo. Este es el caso del nuevo Grandland GSe, en el que siendo un claro miembro del segmento C-SUV no le priva de incorporar un equipamiento GSe, al igual que su compañeros de marca Astra o Astra Tourer.
Este Grandland se suma a otros modelos de marca premium que ofrecen el máximo dinamismo de SUV con tracción total unida a potente motorizaciones unidas a mejoras en dirección y amortiguación, montando amortiguadores Koni, muelles adaptados y llantas de 19 pulgadas, que evocan en su diseño a las que en su día montara el antiguo Opel Manta GSe.
Este nuevo modelo se distingue del resto de su gama por una mejora deportiva en su exterior, gracias a su paragolpes más agresivo, las aplicaciones en negro brillante en sus costados, la parrilla Vizor o el difusor aerodinámico en la parte inferior. Estos elementos, aparte de la esbelta estética deportiva, le aporta una mayor aerodinámica, reduciendo las turbulencias.
Dentro del capó, este Grandland GSe montará un sistema enchufable basado en un motor de gasolina 1.6 turboalimentado, el más potente de los que se ofrecen, y dos motores eléctricos más, uno para cada eje, con los que alcanzar conjuntamente los 221 kW, equivalentes a 300 CV, para lograr una velocidad máxima de 235 km/h (135 km/h en modo solo eléctrico). Este sistema le habilita para desarrollar una óptima tracción total permanente eléctrica para conseguir un elevado agarre en sus rápidas arrancadas o sobre superficies de difícil adherencia.
