Historia Mitsubishi
La historia de Mitsubishi se remonta a 1870, cuando Yataro Iwasaki, un joven emprendedor que ya desde su primer oficio se distinguió pos sus dotes de mando, funda su propia compañía naviera con tres viejos barcos de vapor alquilados. La compañía creció rápidamente diversificando sus actuaciones: minería, negocios inmobiliarios, industria química, aeronáutica, banca, seguros… Pero la Segunda Guerra Mundial supuso un freno a la expansión de Mitsubishi, que durante los difíciles años de la posguerra tuvo que fraccionarse en pequeñas compañías independientes, algunas de las cuales se reorganizaron y alcanzaron de nuevo el liderazgo. Ese fue el caso de Mitsubishi Motors, que, anticipándose a las necesidades de un país en vías de industrialización, afrontó el reto del diseño y la fabricación del primero de los turismos fabricados en serie en Japón, el Model A de 1917. A partir de aquí, Mitsubishi ha destacado siempre por su capacidad innovadora y su alto nivel tecnológico.
El nombre Mitsubishi es una combinación de las palabras japonesas Mitsu (tres) y Hishi (rombo o diamante). En Japón, la “h” a menudo suena como una “b” cuando se encuentra en medio de una palabra, y de ahí el nombre, que se adoptó en marzo de 1873. El emblema de la compañía surge de la combinación de los escudos de la familia Iwasaki (el fundador de la primera compañía) y del clan Tosa (donde consiguió su primer empleo), y desde hace más de 130 años se mantiene como símbolo de calidad y fiabilidad no sólo en productos, sino también en cuanto a servicios.
