El Opel Grandland se reestiliza perdiendo la X y mantiene motorizaciones de combustión y enchufables

Opel sigue actualizando su gama y ha dado un nuevo aire a su buque insignia en el segmento SUV, el Grandland, a la que se le ha suprimido el apellido X, y le han incorporado su nueva línea de diseño tal y como ha sucedido con el Mokka o el Crossland.

A este actualizado Grandland se le ha incorporado la nueva estética de marca, denominado Opel Vizor, que destaca por un frontal delantero rediseñado, paragolpes mas robustos, así como faros de nuevo diseño que le brindan un aspecto mas atractivo y moderno respecto a la edición anterior.

Estas ópticas son las intelliLux LED de última generación con 84 diodos por faro que se adaptan al entorno evitando deslumbramientos y maximizan la visibilidad durante la conducción nocturna.

Sobre esta base, permite además incorporar detalles de colores negro brillante o plateado o incluso hacer una combinación bitono, con lo que tiene un alto nivel de personalización.

También ha sido rediseñado su interior con gran espacio incluso para los pasajeros traseros y su sistema tecnológico, con un nuevo plan de infoentretenimiento del nuevo sistema Opel Pure Panel, compuesto por un largo panel de 12 pulgadas curvo y otro multimedia de 10″ Navi Pro, enlazados en una sola pieza.

Incorpora además asientos delanteros ergonómicos de cuero con certificación AGR, asignado por una asociación de médicos y fisioterapeutas alemana que vela por la salud de la espalda de los pasajeros y cuya certificación ya han recibido muchos modelos de marcas también alemanas como Mercedes o Volkswagen.

En cuanto a sus motorizaciones, éstas no han sufrido apenas cambios. En gasolina presenta un 1.2 Turbo de 130 CV y subsiste aún el diésel con un 1.5 D con la misma potencia.

Se mantienen también las mecánicas híbridas enchufables, siendo la más básica de 225 CV, de 1.6 litros y cuatro cilindros turboalimentado y un solo motor eléctrico que trabaja sobre el eje delantero.

La opción con propulsión a las cuatro ruedas es la híbrida enchufable de 300 CV y dos motores eléctricos que actúan cada uno en un eje, con la que se consigue una rápida aceleración. El cambio automático EAT8, convertidor de par de 8 relaciones es de serie para la versión diésel y enchufables, mientras que para la versión gasolina la trasmisión es manual de seis marchas y dejando el cambio automático como opcional.

Opel incorpora en este Grandland su sistema de tracción adaptativa Intelligrip, para asegurarse un mejor agarre en carretera mediante cinco distintos modos de conducción que se adaptan nieve, barro, arena o firmes mojados ajustando la distribución del par a las ruedas según las circunstancias de la superficie, que junto con su altura libre al suelo permiten circular por pistas de dificultad baja y media sin problemas.

Está equipado además con una buena oferta de ayudas a la conducción de nivel de conducción autónoma 2 como alerta de colisión frontal con detección de peatones y frenada automática de emergencia, cámara de visión de 360º o frenada automática de emergencia entre otras.