Cuatro modos de conducción para el Peugeot 508 RXH Híbrido
El Peugeot 508 RXH dispone de cuatro modos de conducción gracias a la combinación de su motor diésel y eléctrico. Estas opciones se pueden seleccionar de manera manual mediante un mando situado en la consola central escogiendo la mejor solución en cada momento, desde una conducción libre de emisiones, hasta una conducción deportiva o de tipo off-road.
Las posibilidades que no ofrecen el Peugeot 508 RXH son: Auto, ZEV, 4WD y Sport.
En la posición «Auto» la electrónica pilota automáticamente el conjunto del sistema y solicita de manera óptima la presencia de los motores térmico y eléctrico. En este caso aprovecha todas las características dinámicas de este híbrido diésel: tracción delantera, cuatro ruedas motrices o propulsión eléctrica. En esta posición se obtienen los niveles más bajos de consumo y de emisiones de CO2 sin la necesidad de intervención por parte del conductor.
En la posición ‘ZEV’, Zero Emission Vehicle, da acceso a una opción 100% eléctrica con una ausencia total de emisiones contaminantes y sonoras. El ahorro de combustible en este modo es notable: puede recorrer hasta 4 km en esta modalidad. El conductor puede utilizar ‘ZEV’ para rodar de forma eficiente en ciudad o para aprovechar el confort y el placer de circular en un silencio absoluto. Cuando el nivel de batería es insuficiente para su uso en tracción eléctrica pura, el motor térmico se pone en marcha de nuevo y el funcionamiento cambia a ‘Auto’ por sí solo.
En la posición «4WD», 4 ruedas motrices o 4×4, mejora la motricidad al ordenar a los dos motores que funcionen el máximo tiempo posible a la vez. El reparto de par puede ser en este caso de hasta un 40 % en el eje trasero a muy baja velocidad y evoluciona en función de las condiciones de adherencia y de velocidad del coche. Las centralitas electrónicas se encargan de administrar la aportación de motricidad de las ruedas traseras con el fin de limitar el consumo de energía.
En la posición «Sport» tiene preferencia el dinamismo y permite velocidades más rápidas y a regímenes de motor más elevados que en «Auto». Exprime todo el potencial mecánico para obtener las máximas prestaciones gracias a la suma de los propulsores térmico y eléctrico con la mayor estabilidad gracias a las cuatro ruedas motrices.
